Esta mañana observé a una mujer empujando una silla de ruedas, en la cual iba una anciana que al parecer era su madre. No era la primera vez que las veía, de hecho en una ocasión escuché que la llevaba al doctor. Meditaba acerca del sacrificio y dedicación de aquella hija hacia su madre, ya que era obvio que la anciana ya no podía valerse por sí misma.
Esto me puso a pensar en lo que dice la Biblia:
"no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús"- Filipenses 2:4-5
La mayoría de las veces nuestros padres han hecho todo por nosotros: han trabajado, nos han cuidado y dado todo por nuestro bienestar; olvidándose de ellos mismos por el amor y deseo del bienestar de sus hijos. Es tiempo de que dejemos de enfocar nuestra atención en nosotros mismos y miremos por otros siguiendo el ejemplo de Cristo.
¿Que muestra más grande de amor puede existir?...
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